miércoles, 26 de febrero de 2014

VERDADERA FELICIDAD.- Por Patricia Dorantes Ham

Era sábado, y muchos otros jóvenes ya tenían planes para divertirse esa noche. Bailar, quizás después tomarse unos tragos, y, principalmente, olvidarse de la escuela por algunas horas. Pero esa tarde María tenía una cita mucho más especial. No, no iba a salir con un chico, y tampoco iba a gastar el dinero de sus padres en ropa o accesorios extravagantes. Es más; para ir a esa cita, ni siquiera necesitaba ponerse una gota de maquillaje. María no pudo evitar sonreír al imaginar cómo sería si sus compañeras de clase estuvieran en el lugar de ella. Muchas de esas chicas decían ser felices con sus largas fiestas y sus interminables días de compras, pero, ¿en realidad lo eran? María, honestamente, lo dudaba. Ella había sido una de esas chicas, tratando desesperadamente de encontrar la felicidad en el fondo de un tarro de cerveza. Y sí funcionaba esa falsa alegría… por unos minutos, hasta que se apagaban las luces, y la oscuridad volvía a rodear su alma… Lo bueno era que esos días tan negros habían quedado atrás para María. No fue una tarea fácil, pero el destino conspiró guiándola por un nuevo sendero, lleno de generosos corazones que le tendieron la mano. El tiempo pasó, y ahora es María la que les tiende la mano a otros jóvenes deseosos de una oportunidad para comenzar de nuevo, lejos de vicios y remordimientos. María no sabe cuántos de esos chicos realmente se decidirán a cambiar, pero el simple hecho de saber que contribuyó a darles una nueva perspectiva de la vida, la hace sentir que vale la pena vivir otro día más.

Patricia Dorantes Ham
-Categoría General-

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