jueves, 13 de febrero de 2014

TAPONES.- Por Nuria San Servando Hernández

María tiene 10 años. Le encanta ir al colegio,  al de los Maristas que es el suyo. Si no fuera porque siempre va sobre cuatro ruedas quizás no fuese objeto de tantas miradas,  o por lo menos no lo sería por pena, lástima o compasión. 

Las dificultades a su edad son para ella retos, pruebas a superar para obtener recompensas: satisfacción, orgullo, alegría, bienestar, euforia o gozo. María es especial por el brillo de sus ojos, por su sonrisa, por su manera de relacionarse, por hacer de todo un juego divertido pero real. No sólo el esfuerzo personal y el afán luchador pueden con los desafíos que sólo un grupo, un equipo puede lograr. Con gestos simples o acciones pequeñas que se suman para crear un movimiento.

Carlos vive en la misma ciudad que María. Es un empresario de éxito con una empresa de reciclaje que a lo largo de los años ha conseguido una posición estratégica en el sector. La solidaridad forma parte de la filosofía de vida de Carlos y ayudar de manera altruista ha convertido su empresa en un referente para aquellos que buscan ayudas en la iniciativa privada.

Pero María es diferente. Ella irradia algo especial, eso movió a Carlos a ponerse en contacto con ella para ayudarle, quería conocer cuanto necesitaba para su silla nueva y él estaba dispuesto a comprarla, sin embargo ella le propuso un reto: te cambio una silla de ruedas por su peso en material reciclable” y tras una divertida conversión el resultado fueron 1.000.000 de tapones por la silla de ruedas que María necesitaba.

Y así surgió un nuevo movimiento solidario para María y muchas personas más.

Nuria San Servando Hernández
-Categoría La Rioja-

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