sábado, 22 de febrero de 2014

ARS LONGA VITA BREVIS.- Por Raúl Gutiérrez Martínez

Había que tener mucho cuidado, la pieza que tenía entre sus manos era muy frágil y su valor quizás fuera incalculable. O quizás no, quién sabe. Aquella punta de flecha podía datar de grandes batallas, perdidas en el tiempo, o de juegos infantiles de hacía menos de un siglo.
Sin embargo, su misión no era descubrir eso, no de momento. No se había apuntado al campo de trabajo para eso, sino para hallar, investigar y clasificar las múltiples reliquias del Imperio Romano que se encontraban en el enclave de Cruce de los Tres Ríos, cumpliendo con ello dos objetivos: descubrir más datos sobre la apasionante historia del lugar y evitar que se edificasen aquellos adosados prometidos por el alcalde a sus “inversores” sobre un territorio que ocultaba secretos más preciados que la vida misma.
Al menos, aquello era lo que le gustaba pensar a Natalia. A ella, y a los otros veinte chicos y chicas, de diferentes edades que se habían apuntado al Campo de Trabajo con ese trascendental cometido; poniendo en la tarea, que ahora consistía en limpiar puntas de flecha, sus cinco sentidos y quizás alguno más.
Esta vez no había que competir con otros compañeros por un ascenso o una mejor nota. No perseguían un aumento de sueldo ni tampoco la aprobación de un profesor que apenas si conocía su nombre, no.
Se trataba simplemente de hacerlo lo mejor posible, de colaborar con una causa mucho más grande que aquellas trivialidades, de conservar el pasado, contribuyendo aunque fuera ínfimamente, a construir un entorno que fuera un poco menos mezquino que el día anterior.


Raúl Gutiérrez Martínez
-Categoría La Rioja-

No hay comentarios :

Publicar un comentario