sábado, 1 de marzo de 2014

NARICES ROJAS.- Por Osvaldo Del Valle García

Cuenta Shador que hay mañanas con 3 soles .No se ven  porque se esconden uno detrás de otro, pero si estás preparado, notas su fuerza y te preparas para un día especial.
Shalima, siempre hacía caso a Shador, curandero  y mago de la aldea.  Shador le había dicho que a la mañana siguiente llegaría a Nazret la tribu de los narices rojas. Según las exactas cuentas de Shalima, Habían pasado 23 ciclos de lunas negras desde la última vez. Antes de que el sol hubiera acabado de aparecer ya estaban en ruta.
La mujer de los narices rojas estaba en pleno maquillaje cuando una niña acompañada de un estrafalario anciano la sorprendieron.
-¡Habéis vuelto!- se acercó entusiasmada Shalima 
-.Hay muchos sitios con niños que necesitan risas y los payasos sin fronteras tenemos que ayudarles a todos. ¿Aún Te acuerdas de nosotros? –Le preguntó la nariz roja
-Claro. No ha habido noche que no me haya acordado .Todavía guardo la lluvia de risa que nos regalasteis. 
Recogí un puñado y desde que lo tengo, por el día no puedo dejar de sonreír, y por las noches, además de dormir, he vuelto a soñar. Cada noche  sueño lo mismo, que soy una payasa y hago reír a la gente.
- Nosotros nunca regalamos nada en las actuaciones. Sólo risa –le replicó cada vez más sorprendida
Abrió muy lentamente su puño izquierdo y mostró su tesoro.se podían entrever los resecos restos de lo que un día fue confeti. La payasa no se pudo contener, empezó a llorar, y le regaló su nariz a Shalima. Su sueño se había hecho realidad…Y el de Shalima también.
Cuenta Shador  que una tarde de tres soles contempló un milagro de risa tan poderoso que cada vez que lo recuerda la felicidad le hace llorar.

Osvaldo Del Valle García
-Categoría General-

No hay comentarios :

Publicar un comentario